Presentación
PLANTAS PARÁSITAS
Desde el punto de vista nutricional
las plantas son organismos fotoautótrofos, es decir, que a partir de
materia inorgánica (dióxido de carbono,
agua y sales minerales) son capaces de
producir sus propias biomoléculas orgánicas utilizando la luz como fuente
energética primaria, proceso denominado fotosíntesis. Así, por ejemplo, las plantas, las algas y ciertas bacterias (otras, llamadas bacterias quimioautótrofas o quimiosintéticas, obtienen la energía, no de la luz, sino de la oxidación de moléculas inorgánicas tomadas del exterior).
Por otra parte, los
organismos heterótrofos (animales, hongos, protozoos y la mayoría de las
bacterias), necesitan tomar biomoléculas orgánicas del exterior, de las que
obtienen energía y que, además, utilizan para formar materia orgánica propia.
Aunque la inmensa mayoría
de las plantas son autótrofas, una minoría ha evolucionado y adoptado un modo
nutricional atípico, más o menos heterótrofo, obteniendo de otro ser vivo
biomoléculas que precisan para vivir. Se establece una relación interespecífica llamada
parasitismo, en la que los organismos de una especie se benefician extrayendo
nutrientes de seres vivos de otra especie, llamada hospedante u hospedadora,
causando el parásito un perjuicio más o menos grave.
Según lo indicado en Plantas parásitas de la Península Ibérica e
Islas Baleares (ver bibliografía), las plantas no típicamente autótrofas se
dividen en micótrofas, que obtienen
carbohidratos y otros nutrientes parasitando a un hongo micorrizógeno, y
parásitas haustoriales, que se caracterizan por la formación de raíces
modificadas (haustorios) para extraer nutrientes de su hospedante. Las micótrofas
no suelen ser consideradas como plantas parásitas,
quedando restringida tal consideración a las que establecen conexiones
haustoriales con otra planta.
Puede estimarse en poco
más del 1% las angiospermas consideradas como plantas parásitas, lo que viene a
suponer unas 3.900 especies, integradas en 19 familias y 278 géneros, 7 de los cuales agrupan a la tercera parte de dichas especies.
De acuerdo con la citada publicación, existen dos grandes grupos
de plantas parásitas haustoriales: las hemiparásitas, que poseen clorofila y pueden realizar la
fotosíntesis durante todo su ciclo vital o una parte del mismo, y las holoparásitas,
que carecen de clorofila (o casi) y no presentan actividad fotosintética en
ningún momento de su ciclo biológico. Así, pues, las holoparásitas son plantas
heterótrofas que, mediante conexiones haustoriales en el xilema y floema de
su hospedante, obtienen todas las biomoléculas necesarias para realizar sus procesos
metabólicos y completar su ciclo vital.
El problema del parasitismo vegetal
incide negativamente en el rendimiento de los cultivos. La agricultura
mediterránea sufre infestaciones sobre todo de Orobanche (jopos), Cuscuta
y, en menor medida, Viscum (muérdagos).
Los jopos suelen causar daños en plantaciones de leguminosas, girasol, etc. Las
cuscutas perjudican frecuentemente a las leguminosas forrajeras (alfalfa). Los
muérdagos son plantas hemiparásitas que viven en árboles caducifolios y en
coníferas.
Este trabajo expone una
muestra de plantas holoparásitas pertenecientes a las familias siguientes (géneros, entre
paréntesis): Orobancáceas (Cistanche y Orobanche), Convolvuláceas (Cuscuta),
Cinomoriáceas (Cynomorium) y
Raflesiáceas (Cytinus).
Siguiendo el modelo de trabajos anteriores, la
ficha de cada especie considerada consta de un amplio reportaje fotográfico y
de un texto sobre descripción, época de floración, hábitat, distribución y
observaciones.
Finalmente, damos la
bienvenida a los internautas que
accedan a este trabajo de divulgación ilustrado con 300 fotografías.
Los autores
Almería, noviembre de 2008
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