El Parque Natural de la Sierra de María-Los Vélez está situado en la zona norte de la provincia de Almería, con una superficie de 22.562 hectáreas y altura máxima de 2.045 msm. Se extiende por los municipios de Chirivel, María, Vélez-Blanco y Vélez-Rubio. El clima es mediterráneo de montaña: seco en verano con altas temperaturas diurnas y bajas nocturnas, y algo más húmedo en invierno con temperaturas bajas y nevadas frecuentes.
Las características geológicas del parque dan lugar a la existencia de una considerable variedad de microclimas y biotopos en los que crecen muy diferentes especies vegetales. La gran riqueza biológica es albergada por una abundante masa forestal en la que se conjugan bosques de pino negral o laricio (Pinus nigra) autóctono con reforestaciones de pino carrasco (Pinus halepensis). Hay citas de la presencia frecuente y abundante de esta especie de pino en toda la comarca de los Vélez desde antes del siglo XVI, además de contar con "La Dehesa de la Alfahuara", el único monte mixto de pino carrasco y encina que nunca se taló ni roturó, llegando hasta nuestros días tal y como se conoce en la actualidad (salvo dos pequeños rodales reforestados por el hombre). También existen citas de la presencia de pólen de pinos en épocas prehistóricas, encontradas en Cueva de Ambrosio (Vélez Blanco). En las repoblaciones de Sierra María también se empleó el pino resinero (Pinus pinaster) en cotas medias, resultando ser la Umbria de la Virgen (en el término municipal de María) la zona en donde esta especie se ha desarrollado con mayor vigor. Las zonas más próximas a los valles se convierten en bosques ralos de encinas (Quercus rotundifolia) entre los que crecen otras especies típicas del Mediterráneo como jaras (Cistus sp.), lavanda (Lavandula sp.), matagallos (Phlomis herba-venti), mostajos (Sorbus sp.), coscojas (Quercus coccifera), quejigos (Quercus faginea), romero (Rosmarinus officinalis) y tomillo (Thymus sp.). En las áreas de mayor altitud, sólo pueden crecer algunas especies adaptadas a las poco frecuentes precipitaciones y las temperaturas extremas de la zona, por lo que la cubierta vegetal es escasa. Como especies más características el enebro (Juniperus communis) y la sabina rastrera (Juniperus sabina), aunque en las cimas es el piorno azul (Erinacea anthyllis) la especie predominante. Otras especies del matorral espinoso de altura son el arce (Acer sp.), el agracejo (Berberis hispanica), el espino blanco (Crataegus monogyna), la genista (Genista longipes) y piorno de crucecitas (Vella spinosa). En esta rica comarca en la que crece una gran diversidad botánica, existen además varios endemismos, además de muchas otras especies con áreas de distribución muy restringidas, como son: Arenaria suffruticosa, Athamanta hispanica, Centaurea mariana, Lythrum baeticum, Platycapnos saxicola, Saxifraga camposii subsp. leptophylla. o Sideritis stachydioides.
La diversidad avícola de este parque es uno de sus mayores patrimonios, encontrándose más de cien especies que habitan permanente o temporalmente en el área. Sin embargo, por lo que respecta a otros vertebrados, la diversidad biológica no es tan espectacular.
Las pinturas rupestres de la Cueva de los Letreros son uno de los más importantes tesoros arqueológicos de Almería. De hecho, un símbolo que identifica a esta provincia, el Indalo, es uno de los supuestos personajes dibujados en sus paredes. Se halla en el término municipal de Vélez-Blanco al abrigo de una pared de la Sierra de María. Tanto el referido Indalo como otra de las figuras más características, conocida como El Brujo, son notables ejemplos del tipismo artístico rupestre del levante español. La cueva está incluida entre las que forman el bien “Arte rupestre del arco mediterráneo de la Península Ibérica” incluido por la Unesco en 1998 como parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad.
(Adaptado de Wikipedia)