El Parque Natural Marítimo-Terrestre de Cabo de Gata-Níjar, primera reserva de estas características en Andalucía, es uno de los espacios naturales españoles, afectado por mayor número de figuras de protección, tanto de carácter natural como cultural. Abarca una extensión de 37.500 ha terrestres y 12.012 marinas. La franja marítima protegida se extiende a lo largo de 63 km entre la Playa de las Salinicas en Carboneras y la Rambla de Aguas en el de la capital provincial, adentrándose hasta una milla náutica en el Mar Mediterráneo, siendo el mayor espacio marino protegido en la costa continental europea.
Se trata de uno de los paisajes más áridos de Europa, y uno de los pocos de origen volcánico objeto de protección.
Sus 63 km de costa albergan acantilados y fondos marinos catalogados entre los de mayor calidad en el litoral mediterráneo español.
La fauna y la flora del parque incluyen un nutrido grupo de especies especialmente interesantes debido a ser endémicas o de distribución geográfica restringida a áreas próximas, estar amenazadas de extinción o ser esenciales para el desarrollo normal de los ecosistemas.
El catálogo de vegetales está formado por más de 1.000 especies terrestres y hasta 250 marinas, entre las que se cuentan algunas de suma importancia ecológica como la Posidonia oceanica. Son endemismos exclusivos del parque: Antirrhinum charidemi, Ulex canescens y Verbascum charidemi. Por lo que respecta a la fauna, el parque cuenta con una impresionante diversidad de invertebrados terrestres y marinos. Entre los primeros se cuentan más de una veintena de endemismos y entre los segundos, se hallan representados la gran mayoría de los grupos taxonómicos descritos.
La ubicación geográfica y las características climáticas determinan que en la franja marítima protegida convivan especies marinas que pueblan normalmente a uno y otro lado de la frontera virtual que suponen las corrientes marinas entre el Cabo de Gata y el Norte de África, sin que se dé tal circunstancia en ningún otro punto del planeta.
El medio físico que soporta el parque está condicionado por una climatología de considerable aridez, su proximidad al mar y los fenómenos orogénicos de naturaleza volcánica con posterior depósito de sedimentos. Sus valores radican tanto en la variedad de recursos interesantes desde el punto de vista científico y divulgativo, como en la accesibilidad a los mismos, lo que facilita considerablemente su observación y estudio.
Las temperaturas ambientales son estables a lo largo de todo el año, con medias anuales entre 18 y 20 °C y oscilaciones entre los meses más fríos y los más cálidos inferiores a 15 °C. Los veranos son cálidos, con medias de 26 °C y los inviernos suaves (media de 12 °C), en los que raramente se producen heladas.
(Adaptado de Wikipedia)