Riqueza florística de
Almería
La diversidad vegetal de la región biogeográfica mediterránea se estima
en unas 25.000 especies de plantas vasculares. Aunque los números bailan según
las fuentes consultadas, en España la cifra ronda las 9.000 especies (2.000 en las
Islas Canarias), lo que la sitúa, con unas 7.000, en la parte más alta de la
lista de riqueza florística de los países europeos y de la región mediterránea
(por encima de Turquía y de Grecia, que poseen, respectivamente, algo más de
5.000 y de 4.000 especies).
Si en
toda Europa continental se estima que hay unas 12.000 especies, ¿cómo es
posible tanta variedad en España? A esta pregunta respondía el eminente
botánico Santiago Castroviejo en el suplemento Natura del diario El Mundo (8 de
diciembre de 2007): “Hay diversos motivos, el primero de ellos la situación de
España como un fondo de saco del
continente, pues durante las glaciaciones, muchas plantas desplazadas por el
hielo se refugiaron en España y aquí continúan mientras que en el resto de
lugares desaparecieron. Además, la Península recibió plantas del otro extremo
del Mediterráneo cuando éste se secó hace millones de años y también acoge
poblaciones venidas de África. Y a esto se añade nuestra variedad geográfica,
la abundancia de montañas y la situación mayoritaria de las cordilleras, en un
eje este-oeste que aísla las poblaciones”. (Nota: Santiago Castroviejo
Bolibar nació en Tirán, Moaña, Pontevedra, en 1946 y falleció en Madrid el
30 de septiembre de 2009).
La flora vascular de Andalucía, región que ocupa el 17% del territorio
español, está integrada por unas 4.000 especies, es decir, el 60% del total de
España (sin contar las Canarias). Existen cerca de 500 endemismos exclusivos de
Andalucía. Cada provincia occidental, Cádiz, Córdoba, Huelva y Sevilla, ronda
las 1.700 especies, quedando por debajo de las orientales. Almería destaca por
sus 2.900 especies, superando a Jaén (2.500) y con un empate técnico ante Málaga,
pero claramente por detrás de la provincia reina en riqueza florística, Granada,
que alcanza las 3.500 especies. Este cuarteto de provincias andaluzas también destaca
a nivel español.
Los ambientes mediterráneos que propician la
biodiversidad vegetal de la provincia de Almería son, principalmente: Isla de
Alborán, Llanuras, serranías y humedales litorales, Desierto de Tabernas, Karst
yesífero de Sorbas, Serranías del levante almeriense (Cabrera, Almagrera,
Bédar, etc.), Sierra y estepa litoral de Cabo de Gata, Sierra Alhamilla, Sierra
Nevada, Sierra de Los Filabres, Sierra de Gádor, Sierra de Las Estancias y Sierra de María (*).
Desde el punto de
vista biogeográfico, considerando que España (excepto las Canarias) pertenece a
la región mediterránea y que en Almería están representados
los pisos bioclimáticos oromediterráneo, supramediterráneo, mesomediterráneo y
termomediterráneo, subdivididos en los ombroclimas árido, semiárido, seco y
subhúmedo, además de que dentro de cada piso suelen distinguirse tres niveles,
inferior, medio y superior, quedará configurada la coctelera bioclimática almeriense que posibilita tal riqueza de
flora vascular.
Concretamente, a modo
de ejemplo, nuestro famoso endemismo de Cabo Gata, Antirrhinum charidemi, habita
en el nivel inferior del piso termomediterráneo, bajo ombroclima árido, y se
suele hallar en fisuras de rocas volcánicas ácidas o neutras (dacitas o
andesitas), mostrando preferencia por los barrancos orientados hacia el mar,
aprovechando los aportes hídricos de la maresía (ver Flora amenazada de la provincia de Almería).
Las múltiples
interrelaciones de los factores ecológicos (geográficos, geológicos,
litológicos, climáticos, biogeográficos, bióticos, etc.), propician una amplia
variedad de cócteles bioclimáticos y
un rico muestrario topográfico y edáfico con peculiaridades microclimáticas,
que favorecen la biodiversidad tanto en las altas cumbres como en las sierras
litorales, zonas desérticas y estepas salinas de Almería.
Por su parte, el
Hermano Rufino exponía la situación con palabras muy sencillas, que repetía a
los acompañantes cuando hallaba una planta de interés. Solía decir, más o
menos, que Almería presenta cinco principales alineaciones montañosas,
orientadas de oeste a este, con numerosas ramificaciones hacia la solana y la
umbría, originando infinidad de microclimas apropiados para el desarrollo de
una flora riquísima.
Corresponde a los
poderes públicos velar por la conservación del medio ambiente, pero lo cierto
es que nos embarga un cierto pesimismo. Si en los años 80 presenciábamos el
arrancamiento masivo de plantas aromáticas en la Sierra de Gádor, actualmente
parece no evaluarse el impacto ambiental de los rebaños ovinos, caprinos o bovinos
en ésa y otras sierras, con el consiguiente riesgo de regresión de las
comunidades vegetales, que, cuando afecta a plantas nutricias de insectos,
expande la catástrofe ecológica. Paradójicamente, los fondos europeos
destinados a subvencionar ciertas razas ganaderas, parecen estar sirviendo
también para destruir biodiversidad.
Como exponente del
preocupante panorama medioambiental, sometido también a los insaciables
mordiscos de la presión urbanística, no pocas veces alentada por la laxitud o
complicidad de la administración local y autonómica, nos referimos, finalmente,
a las variopintas construcciones en zonas protegidas,
no urbanizables, que en el caso del hotel de El Algarrobico constituye la guinda que
corona dicho panorama.
Los autores
Diciembre de 2007
(*) Se recomienda la
lectura de Ambientes mediterráneos:
aspectos ecológicos de los hábitats de la provincia de Almería
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