Planta sufruticosa,
procumbente, cespitosa, hasta de 35 cm de altura. Tallos patentes, divaricados,
con ramificaciones abiertas en ángulos hasta de 90º. Hojas elípticas,
estrellado tomentosas, con al menos algunos pelos estrellados multidireccionales
de ramas cortas y rectas. Estípulas pequeñas, generalmente algo más largas
que el pecíolo, más o menos pelosas. Inflorescencia simple, laxa. Botones
florales ovoideo-cónicos, agudos, de ápice ligeramente retorcido. Sépalos
internos ovado-elípticos, membranáceos, con espacios intercostales que
presentan pelos estrellado-rotados, y costillas prominentes, setosas; sépalos
externos linear-espatulados, algo pelosos, de color verdoso a púrpura. Pétalos
blancos, obovado-flabeliformes, blancos, con mácula basal amarilla. Cápsula de
longitud menor que la del cáliz en la fructificación, globosa, densamente
pelosa, polisperma. Semillas ovadas, papilosas, pardas.
Floración: octubre a junio.
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Vive en tomillares
termófilos, en suelos poco profundos de naturaleza caliza, margosa o volcánica,
en zonas no muy alejadas de la costa. Endémica del SE peninsular, desde Valencia hasta Granada. En Almería
la hemos visto en la sierra de Gádor (entre Aguadulce y Almería), Cabo de
Gata y El Barronal.
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H. fontqueri se distingue de H. almeriense por
ser planta procumbente, con ramificaciones principales y secundarias formando
ángulos superiores a 70º, hojas con pelos estrellados multidireccionales de
ramas rígidas y cortas; sépalos internos con pelos setosos en las costillas y
pequeños pelos estrellado-rotados en los espacios intercostales. H.
almeriense es una planta más erecta, con ramificaciones principales y
secundarias formando ángulo de 45 a 60º, y con sépalos
completamente glabros.
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