Aconitum burnatii Gáyer

Familia: Ranunculáceas

Plantas

 

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Inflorescencia

 

Inflorescencia

 

Inflorescencia

 

Inflorescencia

 

Inflorescencia

 

Inflorescencia

 

Inflorescencia

 

Inflorescencia

 

Flores

 

Inflorescencias

 

Flores

 

Flor

 

Flores

 

Insecto polinizador

 

Hojas

 

Hoja

 

 

 

 

 

Frutos

 

Frutos

 

Inflorescencias

Hábitat

 

 

 

 

Descripción

 

Planta herbácea, vivaz, glabra o débilmente pubescente, erecta, en general de 40-80 cm de altura. Hojas caulinares palmatisectas, con divisiones lineares. Flores azules, hermafroditas, zigomorfas. Bractéolas de 2-3 mm, lineares. Perianto con cinco sépalos desiguales, de aspecto petaloideo, siendo la pieza superior casidiforme (forma de casco), de 15-25 x 10-15 mm, cubriendo en parte a las dos laterales. Posee un par de estaminodios (nectarios), protegidos por el casco. Androceo formado por numerosos estambres, con las anteras amarillentas. Gineceo apocárpico, con (2)3(5) carpelos, que al fructificar origina un plurifolículo. Cada folículo mide unos 15 mm. Semillas de 3-4 mm, negras y aladas en los ángulos.

Floración: agosto a septiembre.

 

Hábitat y Distribución

 

Vive en lugares húmedos y herbazales de montaña. 1400-2500 m. Endemismo ibérico. Se encuentra en Sierra Nevada (Granada y Almería) y en la sierra de Oroel (Huesca).

Algunos autores han opinado que la planta andaluza es la especie Aconitum nevadense, endémica de Sierra Nevada, aunque para Flora ibérica constituye una sinonimia. Algunos estudios estiman que en S. Nevada hay unas 15.000-20.000 plantas, distribuidas en unas 20 poblaciones.

 

Observaciones

 

Es una planta de excepcional belleza, tanto que incita al que la ve a acercarse y tocarla, algo peligroso pues es extremadamente venenosa; se ha dicho que la más venenosa de Europa. Ello es debido a que contiene, como todas las del género, el alcaloide aconitina, presente en raíces, tallos y hojas. El jugo se usó antiguamente como veneno para flechas. El envenenamiento se manifiesta por una salivación excesiva, ahogos, temblores y una aceleración del pulso y del ritmo respiratorio.

A pesar de que la planta no es comida por su toxicidad, resulta afectada por el ganado (vacuno, ovino y caprino), que contamina las aguas con sus deyecciones y genera una dinámica sucesional que favorece a otras especies más nitrófilas.

Su especificidad ecológica es muy alta, debido a su dependencia de la humedad edáfica, por lo que las captaciones de agua y la impermeabilización de acequias pueden provocar una reducción de su hábitat, ya de por sí escaso en Sierra Nevada.

Se conoce vulgarmente como “matalobos azul” y “revientavacas”. Está incluida en la Lista roja de la flora vascular española y en la Lista roja de la flora vascular de Andalucía, calificada como "Vulnerable".

 

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